martes, 7 de mayo de 2013

DESCONTROL MORTAL EN EL BASURERO DE LA ZONA 3


A pesar de que la municipalidad invierte Q25 millones en el tratamiento de la basura, la salud de las familias asentadas en los alrededores del relleno sanitario peligra a diario, debido a que los procedimientos no son adecuados. Todos están expuestos a sufrir enfermedades de la piel, respiratorias y gastrointestinales. 

Por Erick Sor

A diario ingresan 3 mil toneladas de basura al relleno.
El tratamiento de los desechos en el relleno sanitario consiste en la compactación de los residuos esparcidos en capas delgadas sobre el suelo, recubiertas con pacas alternas de 20 centímetros de tierra u otro material inerte. Un método sencillo y de bajo costo que puede tener resultados favorables con tal de que se realice en terrenos alejados de asentamientos humanos y se cumplan las normas ambientales.

El basurero de la zona 3 no las cumple, ya que está rodeado de áreas pobladas cuyos habitantes, en sus alrededores, están expuestos a enfermedades respiratorias debido a la cercanía con el vertedero.

Además, como señalan varios estudios de la arquitecta Alma de León Maldonado, de la Universidad de San Carlos, con el transcurso del tiempo “la municipalidad, aduciendo falta de recursos y maquinaria para compactar y sistematizar el tratamiento, descuidó el control técnico del relleno sanitario, el cual se convirtió en un vertedero incontrolado”.

SALUD DE CAPITALINOS EN RIEGO

Los gases que despiden los desechos son nocivos para los vecinos.
Los desechos sólidos urbanos vertidos en lugares bajo procedimientos sanitario no adecuados, causan que la salud de los vecinos de la ciudad sea afectada considerablemente con la proliferación de enfermedades infectocontagiosas, respiratorias-pulmonares, dermatológicas y bacteriológicas.

En un recorrido que realizamos en los alrededores del basurero, observamos el autoritarismo que tienen las empresas recicladoras, quienes no son controladas por la municipalidad, debido a que colocan la chatarra seleccionada en las aceras, según Sandoval estas empresas colocan el material reciclado en las aceras de manera ordenada, lo que no es visto de la misma forma por los vecinos, quienes peligran al caminar por la calle y corren el riesgo de ser atropellados por conductores imprudentes. Un grupo de residentes del sector han realizado varias denuncias ante el consejo municipal, pero nunca han obtenido respuesta.

Además es evidente la falta de un muro perimetral para dividir el cementerio del relleno sanitario. En el interior del camposanto se observa que el basurero se ha extendido de tal manera que hay nichos y tumbas entre los desperdicios, sobrevolados por manadas de enormes zopilotes que le dan un aire tétrico al lugar.

FALTA DE INTERES EN POLITICOS PARA  SOLUCIONAR PROBLEMAS AMBIENTALES

Los desechos son colocados en las aceras.
En la actualidad hay una propuesta de ley de Desechos Sólidos que ha tenido tres lecturas en el Congreso y esta pendiente de aprobació. Esta norma crearía una política nacional para el manejo de los rellenos sanitarios, ya que ahora el Código Municipal deja el tema a discreción de cada comuna.

Alfredo de León, exdiputado por  el Distrito Metropolitano, explica que durante la gestión legislativa que presidio de 2004  a 2008, la bancada URNG-MAIZ, en respuesta a las denuncias de los habitantes de la zona 3, instó al gobierno de Óscar Berger a decretar el cierre técnico del vertedero por acuerdo gubernativo. La iniciativa no prosperó debido a la falta de interés de las autoridades por resolver el tema.
Enrique Godoy exvicealcalde de Guatemala, afirma que no todo es culpa de las autoridades, ya que en febrero de 2005 la Municipalidad de Guatemala aprobó un decreto municipal que imponía una tasa por Disposición de desechos Sólidos (de Q20 a Q60, según el tamaño del inmueble) para mejorar el tratamiento de la basura, pero fue derogado en octubre de 2005 luego de que un recurso interpuesto por grupos de vecinos fue amparado por la Corte de Constitucionalidad.


POCAS ONG´S APOYAN AL "GUAJERO"
 
En la actualidad hay unas diez organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan con los más de mil 200 “guajeros” acreditados por la municipalidad para laborar en el basurero y sus familias, cuyos proyectos incluyen guarderías y escuelas para los niños, además de talleres de alfabetización y manualidades para las madres. El objetivo de la mayoría de estos proyectos es romper la tradición familiar que dicta que, si los padres son “guajeros”, los hijos deben tener el mismo destino.






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