miércoles, 8 de mayo de 2013

DIFERENDO GUATEMALA-BELICE



NI CHICHA NI LIMONADA, DEL REFERENDO NO QUEDA NADA
Fernando Carrera, actual canciller.

Por Roger Chang

Poco a poco, se desvanecen las esperanzas de algunos guatemaltecos de recuperar parte del territorio que alguna vez perteneció a nuestro país y que actualmente forma parte de Belice.Ahora resulta que, después de 154 años de disputa, se cancela el paso que seguía, una consulta popular entre las poblaciones de ambos países para determinar si el caso se hacía llegar a instancias de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos.Fernando Carrera, ministro de Relaciones Exteriores, manifestó el 22 de abril de este año, que el Ejecutivo remitirá al Congreso de la República un documento en el cual se explica que Guatemala cancela la realización de la consulta popular con Belice debido a las mismas razones aducidas por Villagrán.El ministro agregó que no se tiene una fecha programada para reprogramar la consulta.Asimismo, dijo que esperan sostener una reunión con la Organización de Estados Americanos (OEA) en mayo, para reprogramar el evento. Carrera explicó que la decisión sobre el desarrollo de la consulta no depende solo de Guatemala, sino de Belice también. 



UN VISTAZO A LA HISTORIA
Desde los primeros años de primaria, a los guatemaltecos se nos enseña que “Belice es de Guatemala”. Pero, ¿será cierto eso? Veamos qué es lo que ha ocurrido en más de un siglo y medio:
Guatemala mantiene una disputa territorial con Belice desde el año 1859, el cual se inició luego de la firma del Acuerdo anglo-guatemalteco de ese año.
Nuestro país reclama 11,030 kilómetros cuadrados del territorio beliceño, que van desde el río Sarstún, en el sur, hasta el río Sibún, al norte; además de cientos de islas e islotes.
Guatemala basa su reclamo en que el territorio de Belice debería comprender las tierras cedidas por España a Gran Bretaña en el Tratado de París de 1783 de 1,482 km2 y en la segunda concesión en 1786 de 1,883 km2; además del territorio propio de la nación beliceña de 4,324 km2. Por ello, el restante territorio no reconocido sería parte de Guatemala y por lo tanto estaría siendo ocupado ilegalmente por Gran Bretaña.
Luego de décadas de negociaciones y reclamos, ambas naciones habían tomado la determinación de elevar el diferendo a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Países Bajos, para lo cual, ambas naciones habían planificado llevar a cabo un referéndum entre sus respectivas poblaciones el 6 de octubre de 2013.



El excanciller Eduardo Stein.

COSTO, POR LAS NUBES

Sin embargo, esta consulta popular había generado incertidumbre, ya que, aparte de que no había sido ampliamente divulgada, fue criticada por el alto costo de su implementación, el cual rondaba los Q500 millones, una cifra similar al de una ronda de elecciones generales.

Por otro lado, el propósito de dicha consulta popular era establecer si la población está de acuerdo con que sea la Corte Internacional de Justicia la que se encargue de tomar una decisión en el diferendo, lo que podría durar unos cuatro años, con el consiguiente gasto para nuestro país.

Cabe mencionar que, en sus 154 años de duración, el conflicto entre las dos naciones ha dejado, incluso, varios campesinos guatemaltecos fallecidos, como el caso de Juan Choc Chub, a quien soldados beliceños dieron muerte en enero de 2012.
El excanciller Eduardo Stein estimó que esos gastos serían altos y citó como ejemplo que solo para contratar a un reconocido abogado internacionalista y que esté en disponibilidad de lo que el Gobierno le requiera, se le tendría que pagar unos US$10 mil al mes, además de sus honorarios para que intervenga en otros procedimientos.




CAMBIAN LOS VIENTOS

Eugenia Villagrán, presidente del TSE.
Sin embargo, una repentina reforma en las leyes beliceñas relacionadas con los referendos, la cual ahora exige que por lo menos el 60 por ciento de los votantes participe en la consulta para que tenga validez, ya hacían pronosticar que el referendo en Guatemala se vería afectado.
María Eugenia Villagrán, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE),  indicó: “A criterio mío, debería evaluarse si mejor no se pospone la fecha de la consulta  en tanto Belice reforma la ley de referendo para que ambos Estados vayan a una consulta en igualdad de condiciones".

Agregó que ese es un tema que le preocupa al presidente Otto Pérez Molina, ya que esto se dio en medio de las negociaciones antes de la firma del Acuerdo Especial entre los Gobiernos de Belice y Guatemala, el 8 de diciembre de 2008, para someter este reclamo territorial, insular y marítimo a la CIJ.

El expresidente Jorge Serrano.
Por su lado, Gustavo Orellana, secretario ejecutivo de la Comisión de Belice del Ministerio de Relaciones Exteriores, manifestó: “Sentimos que poner un 60 por ciento como mínimo de votantes va a dificultar tremendamente la posibilidad de ganar nuestra consulta popular, y efectivamente, ellos (Belice) han hecho un par de consultas en las que han obtenido de 30 a 35 por ciento”.
Pero la opinión general es que para qué gastar tantos millones en un referendo que no solucionará nada, ya que ni los beliceños quieren ser guatemaltecos ni los guatemaltecos quiere acarrearse “más problemas” con un departamento más dentro de sus límites geográficos.


Belice obtuvo su independencia del Reino Unido en 21 de septiembre de 1981, y Guatemala la reconoció el 11 de agosto de 1991, durante el gobierno de Jorge Serrano Elías.
Al final de cuentas, las cosas marchan como siempre, 

“a paso de tortuga” y el mencionado referendo tendrá que esperar más. Quién sabe si meses… o quizás años.















No hay comentarios:

Publicar un comentario