Por Mayra García
Existe ampliar bibliografía sobre la perjudicial acción del
tabaco sobre la salud, quizá la de mayor impacto es en las situaciones
catastróficas, como que de sus 4,000 substancias más de 15 causan cáncer,
enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. También se ha demostrado
hasta la saciedad la función de la nicotina en la íntima de las arterias siendo
el causante de hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.
En
Guatemala, se estima que hay 171,134
enfermos cardiovasculares secundarios al tabaco. El coste estimado por
consultas médicas, y estudios especializados cardiológicos como: eco
cardiograma, electrocardiograma, holter y química sanguínea sería de Q3,700
anuales, a precios de Liga del Corazón, la inversión en medicinas alcanza Q
3,246.00 al año, lo que nos daría un coste por paciente al año Q6,946.00. La
inversión total que el Ministerio de salud debe hacer por los pacientes
cardiovasculares secundarios al tabaco es de Q 1, 188, 696,764.00 (un mil
ciento ochenta y ocho millones, seis cientos noventa y seis mil setecientos
sesenta y cuatro quetzales) sin hospitalización. Hospitalizados es 10 veces
más. Lo anterior contrasta con los escasos 260 millones que tributan las
tabacaleras.
¿Qué pasa con la escasa
inversión del Ministerio de Salud Pública?, Simplemente no se realiza, es
decir, relegan en prioridad a estas enfermedades crónicas secundarias al tabaco
y por supuesto la morbi-mortalidad aumenta a tal extremo que el fenómeno se da
y aumenta exponencialmente sin que se le ponga interés al problema.
Notoriamente de una manera
importante, la comunidad internacional ha respondido favorablemente a esta
lucha y la Organización Mundial de la Salud, emitió lo que denominan Convenio Marco para la lucha contra el
tabaco.
Es interesante porque es un tratado internacional vinculante, lo que
significa que los países que lo firman tienen la obligación de acatarlo, Guatemala esta adherido a este convenio.
Dicho convenio Marco es resultado de una intensa negociación política, y sus
datos son basados en la evidencia científica, además es un piso para negociar
no es un techo.
¿QUE DICE LA COMUNIDAD
GLOBAL?
La comunidad
global votó unánimemente para garantizar que el
tratado incluyera: provisiones críticas respecto de la
influencia corporativa, para proteger las políticas de
salud pública de la interferencia de la industria
tabacalera, responsabilidad de la industria tabacalera
por sus abusos y establecer prohibiciones integrales en
la promoción y patrocinio del tabaco, entre otros aspectos.
El tabaco en los lugares públicos en
Guatemala
Hoy
en día se plantea en muchos lugares y en muchos momentos de la vida social, el
prohibir fumar en lugares públicos. De algunas de estas personas que opinan
acerca de este dilema, las hay que apoyan la libertad para poder fumar en
cualquier lugar y en cualquier momento. Es verdad que todos defendemos nuestro
derecho a ser libres y que uno se siente ofendido e incluso en algunos casos
marginado, si no se le respeta la propia libertad. Por ello, porque cada ser es
libre y el acto de fumar en sí es personal e individual, se puede considerar en
un remoto caso de consideración, como algo personal y que no atañe a nadie más
que a cada fumador, de forma individual.
Lo que defiende el fumador pasivo en este caso, no es algo para su
propio provecho sino que es para hacer que se respete tanto la libertad de las
personas como la propia integridad física de cada uno. Si el intento de
abstenerse de fumar es difícil, el curar a una persona enferma de cáncer por
ser fumador pasivo es casi imposible por no decir del todo imposible. En
algunos casos bastante abundantes desgraciadamente el final de esa vida humana
es inevitable. Está científicamente demostrado que el ser fumador pasivo es nocivo.
Por su parte las Autoridades advierten de diversas formas que el tabaco
perjudica seriamente la salud. Claramente está probado que el tabaco perjudica
de igual manera individualmente y conjuntamente a otras personas no fumadoras.
¿Cuántas personas mueren por el
tabaco?
El
tabaco mata a unos 5,4 millones de personas cada año. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), un fumador actual o anterior muere cada 6,5
segundos. Si esto es cierto, entonces 13.293 personas mueren cada día a causa
del tabaco. Esto supone el uso del tabaco para fumar, por lo que estas
estadísticas excluyen cualquier otra forma de consumo de tabaco.
El consumo de tabaco es la principal causa de
enfermedad y muerte prevenible a nivel mundial. Razón por la cual numerosas
organizaciones a nivel internacional cuentan con programas e impulsan políticas
saludables para apoyar la lucha contra este flagelo que cada 10 segundos cobra
una víctima
EL CIERRE DE TACASA HIZO HISTORIA=Tacasa cerró
operaciones en Guatemala en el año 2012
La Tabacalera Centroamericana
S.A. (Tacasa), cerró sus operaciones el
24 de octubre del 2012 en Guatemala, luego de 50 años de producir cigarrillos
en el país.
Su planta productiva se encontraba en Boca del Monte, Villa
canales, donde fabricaban los cigarrillos Rubios, Marlboro y L&M, que
también son exportados a El Salvador, Honduras y Panamá, no obstante, a pesar
del cierre de la planta seguirá el comercio de los productos en el país.
Con el
lema “EL CONSUMO DE ESTE PRODUCTO ES DAÑINO PARA LA SALUD” Sectores del gremio
empresarial lamentaron el cierre de operaciones de la planta Tacasa, pues
señalan que el motivo principal que produjo esa decisión fue por el contrabando de producto persiste en
Guatemala, lo cual representa una pérdida de empleos en el país.
Una Guatemala sin tabaco
El fumar produce cáncer, entre otras enfermedades mortales, por lo cual
el Gobierno de Guatemala debe atender el llamado de la Organización Mundial de
la Salud, a fin de imponer medidas dirigidas a erradicar el tabaco de los lugares
públicos y de los centros laborales. Las iglesias y las escuelas, a su vez,
tienen obligación de promover la vida sin tabaco en los hogares. En fin, todas
las personas que entienden el origen y los efectos de ese gravísimo problema,
deben contribuir a hacer realidad el ideal de que la humanidad estaría mejor en
un mundo sin tabaco y hay que principiar, entonces, por adoptar entre nosotros
políticas que permitan tener, algún día, una Guatemala sin fumadores.
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